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PARTÍU CARLISTA: pola defensa de la nuesa tierra

Comuniones Tradicionalistas e integrismo pseudo-carlista

Me veo en la necesidad de escribir un articulo clarificador ante la gran confusión existente sobre el Carlismo actual, pues existen dos grupos que discuten al PC su carácter de continuador del movimiento carlista, son el partido CTC (Comunión Tradicionalista Carlista) y el grupúsculo adicto a Sixto de Borbón que usurpa el nombre de “Comunión Tradicionalista”.

Sin meternos en debates ideológicos veamos de donde procedemos nosotros y de donde vienen estos “tradicionalistas”.

Desde el siglo XIX el Carlismo siempre contó con una estructura organizativa permanente a pesar de mil y un persecuciones y de la ilegalidad sufrida durante los periodos dictatoriales. Esta organización fue cambiando de nombre a lo largo de la Historia; primero fue Partido Carlista; después de 1909, cuando D. Jaime III sucede a su padre D. Carlos VII al frente del Carlismo, paso a denominarse Partido Jaimista; y cuando en 1932, muerto ya D. Jaime III, las derechas integrista y praderista (mal llamada mellista) se integran en el Carlismo, paso a denominarse Comunión Tradicionalista (CT). Esta organización (salvo un grupo de caciques traidores que en la década de 1950 acabarían reconociendo a Don Juan de Borbón como Rey) rechazo frontalmente en 1937 el Decreto de Unificación del general Franco, y desde ese mismo momento paso a la ilegalidad (perdiendo todas sus propiedades que fueron expropiadas por el partido único franquista), siendo duramente perseguido por la dictadura franquista. Esta organización (que entre 1936 y 1975 estuvo lidera por Don Javier de Borbón Parma) durante las décadas siguientes mantuvo en la clandestinidad sus estructuras y tras una renovación ideológica que duro toda la década de 1960, en el Congreso de 1971 cambio su nombre oficial, abandonando “Comunión Tradicionalista” y volviendo al original de “Partido Carlista”. Y esta organización es el actual Partido Carlista, continuador directo del Partido Carlista del siglo XIX.

Durante la Transición el nombre de “Comunión Tradicionalista” fue disputado por los grupos fundadores de la actual CTC y grupos ultraderechistas vinculados a la Zarzuela.
La CTC es un partido fundado en 1986 como fusión de grupos derechistas desgajados del PC, que rechazaron frontalmente una modernización ideológica y se estancaron en posiciones ultraconservadoras. En la CTC también entraron gentes procedentes de la extrema derecha. Y la CTC es tan “carlista” que para ellos la Dinastía Legitima se extingue en 1936, tras lo cual (según ellos) el Carlismo se desintegra, y se vuelve a reconstituir en 1986. No reconocen como Rey a Don Javier, sino que dicen que fue un pretendiente más de las facciones en que se dividió el Carlismo después de 1936 (si fueran honrados no dirían eso, puesto que con la excepción de los traidores que se pasaron a Franco y a Don Juan, Don Javier fue reconocido como Rey tanto por la CT histórica como por la gran mayoría de los componentes de las dos escisiones que esta organización tuvo en la década de 1940).

Y respecto al grupo adicto a Sixto de Borbón, esté esta formado por expulsados de la CTC y por gente procedente de la más negra extrema derecha (por ejemplo el franquista MCE). Este grupo que apareció “misteriosamente” en 2001 (y que rechaza el Concilio Vaticano II y esta vinculado al movimiento religioso ultraintegrista de Lefevre, el cual está expulsado de la Iglesia Católica) nos recuerda a los grupos seudocarlistas que organizaron y financiaron los servicios secretos franquistas para confundir a la opinión pública y hacer creer que el Carlismo estaba con Franco. De hecho el último de estos grupos también estuvo liderado por Sixto de Borbón, y acompañado de militantes de organizaciones como Fuerza Nueva y los Guerrilleros de Cristo Rey, y de terroristas argentinos e italianos, cometió una trágicamente famosa acción terrorista en el Montejurra de 1976. Sobre la sinceridad “carlista” de Sixto de Borbón la mejor prueba la dan los historiales de los tres personajes que el designo como sus representantes en la década de 1970: José María de Oriol, José Luis Zamanillo y Juan Sáenz-Díez.

José María de Oriol: Monárquico liberal alfonsino que ingresa en el Carlismo con la llegada de la II Republica. En 1937 acepto el Decreto de Unificación y se paso al Franquismo, siendo expulsado del Carlismo por Don Javier. Durante la dictadura franquista consolido su fortuna personal y reconoció como rey a Don Juan de Borbón.
José Luis Zamanillo: Integrista, militante del nocedalista Partido Católico Monárquico, y que se integra en el Carlismo durante la II Republica. No acepto el Decreto de Unificación y mantuvo su militancia en el Carlismo, pero sin significarse en la lucha antifranquista. A partir de 1955, junto con Valiente propicio un acercamiento del Carlismo al Gobierno (la llamada “política de intervención”), lo cual le valió obtener cargos en el régimen franquista, y cuando estos cargos se fueron volviendo contradictorios con su militancia carlista, prefirió los cargos, siendo expulsado del Carlismo en 1962. Zamanillo fue nombrado procurador en las Cortes franquistas y en 1968 reconoció como rey a D. Juan Carlos de Borbón.

Juan Sáenz-Díez: Como miembro del equipo de Valiente y Zamanillo fue dirigente del Carlismo a finales de la década de 1950 y principios de la década de 1960. Se separo del Carlismo a inicios de la década de 1970. Más tarde fue nombrado por Sixto como su Delegado para reconstruir la “autentica Comunión Tradicionalista”, dentro de la cual según el, cabían perfectamente los monárquicos ultraderechistas de la Zarzuela, por ser esta, la “Monarquía del 18 de Julio” franquista y supuestamente inspirada en el pensamiento tradicionalista.

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